El cristianismo fue un canalizador de todos aquellos desahuciados del sistema, especialmente durante la crisis del siglo III que golpeó tanto a las ciudades. Dentro de su contexto, sirvió de soporte moral en un periodo histórico comúnmente calificado de decadencia para Roma. Pero, ¿cómo llegó el cristianismo a la Hispania romana? Te lo explicamos.
Contexto histórico de Hispania y el cristianismo
Debe tenerse en cuenta que, a grandes rasgos, Roma mantiene las tendencias que se encontraban ya en la península ibérica, ello significa a nivel económico pocos cambios, aunque sí nuevos hallazgos. Hay cambios en la organización del trabajo y de la propiedad porque Roma estaba interesada en la acumulación de beneficios mediante impuestos al tratarse de una vía rentable que, además, permite evitar guerras.
Volviendo a los recursos, sabemos que los metales ricos, de prestigio, los gestionará el emperador y altos funcionarios afines, más concretamente el oro y la plata. Para aquellos “menos nobles”, como el hierro, cobre, plomo, estaño sabemos, a través de la epigrafia y de textos como el de Estrabón, que Roma creó empresas privadas para la gestión de las minas, en la que también hay parte de capital público, aparte del privado.
Está documentado también el movimiento de población, más precisamente de individuos que buscan nuevos filones y que ven una oportunidad en ese sistema, gracias a la epigrafia funeraria conocemos que procedían del ámbito itálico, es decir, inmigrantes que se instalan en Hispania y se relacionan con orientales e indígenas, pero que son los responsables de las zonas mineras.
Inicialmente Roma no aceptó la vía religiosa, de hecho, la rechazó. Se ve perfectamente en pasajes de textos romanos, que los describen como pobre gente, humilde, analfabeta y con quienes es difícil discutir dado que no funcionan por la vía de lo empírico, sino desde la vía de la creencia.
Ya con Nerón vemos que la denominada “secta de cristianos” (que no es importante desde lo intelectual) genera disturbios. Paralelamente empezamos a tener evidencias de un culto más estable: Irineo de Lyon nos empieza a hablar muy limitadamente y con poco detalle de iglesias (ekklesia) ibéricas entorno al 180 d.C.
También se empieza a documentar presencia de monjes, iniciándose la labor proselitista, de evangelización e intento de convencer a otros. Este es el cristianismo paulino (de convencer a gente). Un poco más tarde, estos monjes empiezan a señalar a las costumbres anteriores como paganas, que termina equivaliendo a falsas, en muchos casos, las herejías surgieron dentro del cristianismo por ignorancia.
Ya entorno al 200 d.C. vemos las opiniones de Tertuliano, un abogado natural de la ciudad de Cartago y que se sitúa temporalmente entre los años 155 y 220 d.C. De carácter visceral o pasional e influenciado por sectas especialmente dogmáticas o radicales (vivían de una manera difícil, enfrentándose al hambre y a la necesidad, es una manera de acercamiento a Cristo y su vida desde la perspectiva de la secta de los montanistas), será un intelectual cristiano.
Además, lanzará una sentencia que los investigadores catalogan como un exceso: todos los pueblos de Hispania se han convertido a la fe de Cristo. Los expertos afirman que es más bien lo que le gustaría a Tertuliano porque desde el norte de África se mandan misioneros constantemente.
Sin embargo, está documentado un momento de retroceso con el emperador Decio, quien quiso hacer cambios en el ámbito religioso y uno de ellos es frenar el avance del cristianismo buscando regresar al paganismo (para él, desde lo filosófico, ha sido la época que más éxito e importancia ha dado a Roma).
En 250 d.C. Decio genera un edicto en el que exigía un certificado de paganismo. De tal persecución surge la figura de Félix de Caesaraugusta, uno de los primeros mártires. El poeta hispano Prudencio (348 – 413 d.C.) dedica himnos a los mártires, lo que nos permite ver la mentalidad del mártir. Significa que el sufrimiento tiene un pago, la idea de la santidad. Prudencio es citado por San Agustín, quien lo utiliza como modelo a seguir.
Hacia el siglo III los obispados empiezan a plantear la idea de implantar un sistema eclesiástico lo más firme posible en la que su autoridad no solo tenga peso religioso, sino político y cultural-educacional.
Luego empezará la tradición conciliar:
- Concilio de Elvira: primitivo, en él la iglesia se va institucionalizando y jerarquizando a la manera de funcionarios civiles y se va haciendo cada vez más sólida y canalizadora de la fe, creando normas de conducta.
- Concilio de Nicea del año 325 d.C.
Constantino en el año 315 d.C. legaliza el cristianismo con el fin de que haya menos crisis, además, es una reacción al ver que hay una cantidad importante de la población que se está cristianizando y que el paganismo suponía ir en contra de las nuevas fuerzas y, por tanto, en contra de la estabilidad.
Ya con Teodosio I se hace más firme la religiosidad oficial cristiana e inicia una interrelación clara entre los poderes religiosos y temporal.
El cristianismo primitivo e influencias
Podemos definirlo como una mezcla de tendencias ya que, como toda idea, por muy nueva que sea, tiene una parte importante de sus fundamentos en ideas anteriores, en el caso del cristianismo vemos que su entorno originario, Judea, se desarrollan una serie de corrientes filosóficas e intelectuales de las siguientes áreas:
- Fenicia
- Egipto
- Siria
- Persia
- Grecia (mundo helénico)
- Roma
Así pues, es el resultado de la suma de creencias, costumbres y filosofías que reflejan los problemas económicos de la zona. De modo que Cristo sintetiza diferentes tendencias e influencias culturales.
Cómo y cuándo llegó el cristianismo a Hispania
Los expertos en materia barajan dos posibilidades o, más bien, tendencias, porque no se descarta que funcionasen a la vez:
- Ámbito norteafricano: en el norte de África surgió un cristianismo fuerte y sólido, muy sectario, dividido en sectas que entendían el Nuevo Testamento de diferentes maneras.
- Ámbitos del Mediterráneo: llegada mediante comerciantes, soldados, quienes van influyendo y que cala especialmente en sectores más humildes, ya que se entendió como una respuesta “rebelde” frente a lo establecido y al mundo elitista generado.
Y del Cristianismo, te invitamos a seguir aprendiendo historia con el siguiente post donde estudiamos a diosas griegas y romanas: