La Batalla del Somme: el día en el que se perdieron más vidas (Primera Guerra Mundial)

Es conocida con el nombre de Batalla del Somme, aunque algunos historiadores, es cierto, también la conocen como la “Ofensiva de Somme”. En cualquier caso, todos coinciden en señalar en algo fundamental: fue una de las batallas más grandes de la Primera Guerra Mundial, ya que se fraguó entre los días 1 de julio y el 1 de noviembre de 1916, cerca del río del mismo nombre (Somme) en Francia. Además, también es considerada como una de las batallas militares más sangrientas de la historia.

La Batalla del Somme

De hecho, solo el primer día, las tropas británicas sufrieron la baja de 57.000 soldados. Y, al final de la campaña, el bando Aliado y las Potencias Centrales perderían a más de 1.5 millones de hombres.

¿Qué fue la Batalla del Somme?

A comienzos de 1916, los franceses propusieron una ofensiva conjunta entre franceses y británicos sobre el río Somme (Francia). Y, debido principalmente a los incidentes registrados en Verdun, el ejército británico asumió el papel principal de esta ofensiva.

Por ello, el 1 de julio de 1916 el ejército británico comenzó la ofensiva atacando al norte del río Somme con un total de catorce divisiones de infantería. Mientras que los franceses, a horcajadas, atacaron al sur del somme con apenas cinco divisiones. Para defenderse, el ejército alemán hizo lo propio, pero con cinco divisiones.

El ataque británico fue planeado por Douglas Haig y Henry Rawlinson, Cuarto Ejército del COG. Los dos, es cierto, diferían en dos aspectos no menos importantes: respecto a la profundidad de la ofensiva y la duración del bombardeo, de manera que el plan adoptado fue más bien una mezcla incómoda.

La artillería se convirtió en uno de los elementos clave de la ofensiva, pero no contaba con la capacidad de destruir las trincheras alemanas más profundas, derribar todos los cañones enemigos o proporcionar una barrera útil para el ataque de infantería. Además, el primer día, la artillería acabó por alejarse demasiado rápido de las trincheras alemanas, dejando a la infantería expuesta.

Los franceses, sin embargo, tenían una artillería mucho más pesada y atacaron rápidamente, lo que permitió la captura de una mayor cantidad de terreno, y un menor número de bajas.

Después del 1 de julio, se estableció una especie de punto muerto -bastante largo, todo hay que decirlo- con el ejército alemán cavando defensas; aunque lo llevaron a cabo muy rápido. Tanto, que los ataques aliados no podían ser más eficaces. Y se producían, por tanto, pequeños avances. Pero a pesar de ello, Somme se convirtió en una sangrienta batalla de desgaste. Y Haig, de hecho, fue enormemente criticado por prolongar la campaña hasta el invierno, sobre todo durante las últimas seis semanas.

Ofensiva de la Batalla del Somme

Podría considerarse que la denominada como Batalla del Somme fue la primera gran ofensiva de la Primera Guerra Mundial para los soldados británicos, lo que provocó que los británicos, a partir de entonces, tuvieran una actitud mucho más crítica hacia la guerra. Es más, durante y después de esta batalla, el ejército británico empezó una mejora real en las tácticas. Mientras que los soldados franceses consiguieron mayores avances el primer día, en comparación con los británicos (al contabilizar un menor número de víctimas).

Pero, lejos de cómo fue la Batalla o la ofensiva, no hay duda que lo más que se recuerda son las pérdidas humanas. El primer día de la ofensiva, como te comentábamos al comienzo, el 1 de julio de 1916, los británicos sufrieron la baja de 57.470 soldados, más que el total contabilizado de bajas británicas combinadas en las guerras de Crimea, Corea y Boer.

En contraste, los franceses, con un menor número de divisiones (es cierto), apenas sufrieron 2.000 bajas.

Pero para cuando la ofensiva acabó en el mes de noviembre, concretamente el 1 de noviembre de 1916, los británicos habían sufrido 420.000 bajas, mientras que los franceses habían registrado alrededor de 200.000 bajas. Sin embargo, el número de víctimas alemanas es ciertamente controvertido, ya que este dato no se conoce a ciencia cierta. No obstante, parece ser que la cifra más certera sea la de 465.000 soldados.

En cualquier caso, no hay duda que la batalla del Somme se convirtió en una costosa lección sobre cómo no llevar a cabo ataques efectivos. Pero, es cierto, el ejército alemán también se debilitó hasta el punto de que, en el mes de febrero de 1917, se retiró a nuevas y más cortas líneas defensivas.

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