El cambio climático ha sido, desde las ultimas décadas de nuestra historia, un tema recurrente. El asunto ha acaparado opiniones de científicos, políticos, historiadores, ambientalistas y ciudadanos, quienes se han referido al cambio de clima con respecto a un historial climático (extenso o corto) a diversas escalas, tanto regionales como globales.
Cambio climático y la historia
El calentamiento global es uno de los ejemplos más utilizados en los últimos años, siendo un inapropiado sinónimo del cambio climático.
Esto se debe a que el cambio climático no es un problema medianamente reciente, sino que posee una larga historia que supera las barreras de la existencia humana, remontándose a los tiempos más lejanos de la historia de La Tierra, siendo esto producto de diversas investigaciones para entender la problemática actual.
Mirando hacia atrás, podremos ver que el aspecto del planeta era muy diferente al actual, presentando a todos los continentes unidos, formando la llamada Pangea. Los océanos que nosotros conocemos no existían para ese entonces, siendo estos reemplazados por uno único y universal: el Panthalassa.
Esta distribución terrestre produjo el aumento de las corrientes oceánicas y una diferencia de temperatura considerable con respecto a la de hoy en día. Gracias a la tectónica de placas, las tierras se fueron separando, conformando la disposición actual.
También el llamado periodo de los glaciares (hace dos millones de años) presentó un panorama muy diferente. Gran parte de Sudamérica, Norteamérica y Europa se encontraban bajo una gruesa capa de hielo que se fue derritiendo rápidamente, dejando lugar al periodo en el cual vivimos, conocido como Interglacial. ¿Qué produjo este cambio? El descubrimiento de la agricultura y la ganadería.
Industrialización y cambio climático
Pero el tiempo avanzó, y lo hizo junto con el ser humano, el cual progresó con sus tecnologías. A partir del siglo XVII, el hombre comenzó a utilizar combustibles a base de fósiles de la Tierra, legado de los milenarios habitantes del planeta. Esto produjo la quema de estos elementos, generando un gran aumento de CO2 y, por consiguiente, un aumento de temperatura.
Fue en 1938 cuando Guy Callendar se convirtió en el primer científico que relacionó el cambio climático con la actividad humana. En concreto, por las emisiones de gases con efecto invernadero a la atmósfera y el consiguiente incremento de las temperaturas. Habían pasado 100 años de la industrialización del planeta y las consecuencias ya empezaban a notarse.
Desde ese momento, se tomó la acción humana como la principal causa del cambio climático. Fue en 1959 cuando Edward Teller señaló directamente a los combustibles fósiles como responsables del aumento de la temperatura a nivel global. Fue tan sencillo como comparar las tablas de consumo con las de temperatura.
Negación y consecuencias del cambio climático
Los continuos estudios y acusaciones de la comunidad científica sobre el cambio climático, derivaron en una guerra del gremio contra los políticos. De hecho, en 1965 Lyndon B. Johnson, presidente de Estados Unidos, rechazó un informe en el que se instaba a la Administración a tomar medidas urgentes.
Tuvieron que pasar 27 años más, hasta 1992, cuando la ONU tuvo que aceptar el problema. El cambio climático era una realidad, una amenaza y un elemento de preocupación a solucionar. Y, sobre todo, una amenaza creada por el hombre.
A pesar del reconocimiento de la ONU en 1992, la situación del planeta con respecto al cambio climático ha ido a peor. Por ejemplo, el nivel de los océanos alcanzó niveles récord, como consecuencia del calentamiento global. Es más, no se descarta que a corto/medio plazo, algunas zonas costeras acaben desapareciendo, engullidas por el mar.
De hecho, la OMM, una de las secciones científicas de la propia ONU, ha vuelto a lanzar una advertencia al mundo. Fue en su última Declaración sobre el Estado del Clima. En ella asegura que el impacto físico y socioeconómico del cambio climático sobre el planeta es cada vez mayor.
Este informe señala que en se registró la cuarta temperatura media más alta de la historia y desde que existen este tipo de datos. Para poner en situación, fue un año en el que los efectos del calentamiento global siguieron avanzando de forma peligrosa y preocupante.
Obviamente, el aumento de las temperaturas afecta directamente a los océanos. De hecho, el calor oceánico superó a, que ya había establecido un récord histórico. Y es que, según la OMM, el 90% de la energía vertida por gases de efecto invernadero, acaba atrapada en las capas superiores del océano.
El nivel del mar creció 3,7 milímetros de media, otro récord negativo batido y que supone un peligro para muchas zonas costeras. La causa de esta crecida de los océanos fue el retroceso de los mantos de hielo. De hecho, el hielo marino del Ártico se mantuvo muy por debajo de su media habitual. Hablamos de niveles nunca antes conocidos de deshielo.
Consecuencias del cambio climático
¿Cuáles son las consecuencias del cambio climático? Pues, aunque cueste creerlo, apuntan más a lo apocalíptico de lo que cabría pensar. Por hablar de lo que nos pilla más cerca, los veranos en el Mediterráneo podrían durar hasta seis meses. Se estima que en 2100, el verano durará medio año, con las consecuencias fatales que esto tendría.
Sequía, aumento de las temperaturas medias o incremento de la mortalidad por calor son algunas de las consecuencias que traería un verano más largo. De hecho, algunos de los últimos veranos se han prolongado hasta noviembre, con temperaturas superiores a 30º, con el invierno a escasos días. Se estima que la primera gran sequía global llegaría en 2025.
Otro elemento que dispararía su gravedad son los fenómenos meteorológicos. Las lluvias, las tormentas eléctricas o los huracanes serían mucho más letales. Entre otros motivos, por el aumento del calor. Y es que la subida de las temperaturas, les permite retener más agua, potenciando sus consecuencias letales.
Por otro lado, estudios científicos apuntan a que en 2050, la temperatura global se habría incrementado en 2ºC. Para tener una referencia, desde que comenzó la Revolución Industrial, el aumento ha sido de 0,5ºC. Es decir, se ha multiplicado por cuatro ese incremento en las últimas décadas.
De todos modos, esta situación puede ser cambiada, comenzando a tener conciencia de las problemáticas, buscando energías renovables y observar la historia del pasado, para poder obrar en el presente.
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