Secretos tras la pintura: la Gioconda

Es realmente impresionante el fanatismo que puede producir una obra de arte, y más hablando de la obra que consagró a Leonardo Da Vinci como uno de los maestros de la pintura de todos los tiempos. Pero, ¿qué secretos esconde esta pequeña pintura que hasta llega a decepcionar a los visitantes, esperando encontrarse con un gran lienzo colgado en las paredes del Louvre? Para comenzar, la identidad de la persona retratada generó un verdadero misterio que hoy en día difícilmente se puede afirmar con certeza.

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Imagen Gilberto Viciedo

El fanatismo por esta obra no data realmente de tiempos recientes, sino de varios siglos atrás, cuando diversas fuentes denotaban la identidad de la pintura. Las opciones variaron, llegando a las teorías más insólitas y descabelladas, siendo producto de las investigaciones científicas más peculiares.

Los especiales enigmas que envuelve su rostro son únicos: su sonrisa se puede percibir en cuanto se observa el cuadro de manera superficial, pero desaparece rápidamente cuando se la mira fijo a su rostro, como si la pintura en sí tuviera vida propia.

Pero por otro lado, surgieron diversas teorías que sostenían que la modelo se encontraba embarazada, por dos razones. La primera, claramente visible, es la posición de sus manos, delicadamente puestas una sobre otra, rodeando el vientre. Otra fue considerada luego de haber realizado un profundo estudio con las tecnologías más sofisticadas, revelando que el velo de gasa que llevaba la modelo enganchada al cuello de la blusa de la misma era típico en las mujeres embarazadas.

A partir de este estudio surgieron muchos más que lograron descifrar la altura y el peso de la mujer, su voz e incluso qué tipo de enfermedades padecía.

Luego se encuentra el incógnito de su identidad. ¿Quién fue esa persona que llevaba consigo una mirada suspicaz y misteriosa? Según los estudios basados en documentos históricos, podría haber sido la mujer de Francesco del Giocondo, identificándola como Lisa Gherardini.

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Imagen Ivo Jansch

Otros documentos revelan que posiblemente haya sido la mujer, amiga o algún amante de Juliano II de Médicis, o incluso Isabel de Aragón. Otras, un poco más rebuscadas y carentes de sustentable fomentación sostienen que el modelo pudo haber sido un hombre, un adolescente vestido de mujer, algún amante de Leonardo o incluso, el mismo artista.

Según el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, la Mona Lisa reflejaba una preocupante masculinidad, desatando un aluvión de teorías que se desarrollaron fuertemente durante los siglos XIX y XX.

Más allá de las teorías que recorren todas las posibilidades de la identidad de la persona pintada, la que más se mantiene firme, gracias a los estudios y justificaciones documentadas, es la de que probablemente halla sido Lisa Gherardini.

Entonces gracias a la ciencia y los estudios que se fueron realizando tras el fanatismo de esta obra, nos encontramos con el personaje que ahora tiene nombre y apellido, Lisa Gherardini, casada con Francesco del Giocondo, nacida un 15 de Junio de 1479 y muerta el 15 de Julio de 1542 en un convento, tras haberse hecho monja luego de enviudar. En el momento en el cual supuestamente fue retratada, medía un metro 68, pesaba 63 kilos y padecía de bruxismo (rechinar de dientes), principios de Párkinson y caída de cabello.

¿Sorprendido? ahora quedan dos opciones. O creer estas suposiciones y estudios, o seguir creando conjeturas y nuevas hipótesis que tal vez algún día lleguen a dar firmemente con el paradero de la persona de mirada misteriosa.

Para ver el cuadro más de cerca: elrelojdesol

Vía| Wikipedia

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