Posiblemente si nos tenemos que referir a un Rey con una vida de alcoba exitosa nos vendrá a la mente el nombre del segundo rey de la Casa Tudor, Enrique VIII. Un rey que casi ha destacado más por sus 6 matrimonios que por las importantísimas reformas que promulgó como rey de Inglaterra e Irlanda. Los deseos de perpetuar la dinastía con un heredero varón que le llevó a repudiar a todas sus esposas, sumado a una colección de consejeros incompetentes, han dejado una imagen un tanto distorsionada del Rey Enrique VIII. Este artículo, segundo dedicado a la dinastía Tudor, lo hemos dedicado al Rey Enrique VIII, un rey que se enfrentó a Roma, unificó Inglaterra y Gales y se declaró jefe supremo de la Iglesia Anglicana, todo esto y mucho más lo descubriremos en Los Tudors (II): Enrique VIII.
Los Tudors (II): Enrique VIII | Biografía – Infancia
Enrique fue el tercer hijo del rey Enrique VII, primer rey de la Casa Tudor e Isabel de York, obviamente perteneciente a la casa del mismo nombre.
El matrimonio tuvo 7 hijos, Arturo – Príncipe de Gales, Margarita, Enrique – futuro rey Enrique VIII, Isabel – Fallece antes de los 3 años, María, Edmundo – Fallecido con 1 año de edad y Catalina – Fallecida a los pocos días de su nacimiento.
Enrique nació en Greenwich, en el Palacio de Placentia el 28 de junio de 1491. Por derechos de nacimiento el heredero al trono y Príncipe de Gales era su hermano mayor Arturo.
La educación que el joven infante Enrique recibió fue muy extensa y minuciosa, siempre rodeado de los mejores y mas importantes tutores de la época, consiguió hablar con fluidez latín, francés y español. También como a los jóvenes pudientes de su edad le gustaba el juego, sobre todo el juego de dados.
Participó en distintos torneos de Justas, caza y un nuevo deporte destinado a la nobleza y precursor del tenis llamada Royal Tennis. Le gustaba la música y llegó a tocar distintos instrumentos, también destacó en el arte de la escritura y poesía.
Los Tudors (II): Enrique VIII | Inglaterra y la Alianza con España
Ante los intereses de Inglaterra en establecer alianzas con las casa reales más importantes, el Rey Enrique VII, preparó el futuro de Arturo pactando una boda con la hija menor de los Reyes Católicos de España, la joven se llamaba Catalina de Aragón. La boda tuvo lugar en noviembre de 1501, boda a la que el joven Enrique asistió en calidad de infante.
Pocos meses después de su boda con Catalina de Aragón,en la antigua Catedral de San Pablo, Arturo enferma. Se cree que pudo enfermar de tuberculosis, y tan sólo cinco meses después de su casamiento, el Príncipe de Gales y heredero a la corona, fallece. Con la muerte del heredero al trono, el siguiente en la línea sucesoria sería Enrique.
El matrimonio entre Catalina y Arturo tuvo una gran importancia en el futuro de Inglaterra, todo dependería de si el matrimonio de Arturo y Catalina se había consumado o no.
Los Tudors (II): Enrique VIII | Llegada al Trono
La situación para la casa Tudor con el fallecimiento de Arturo se tornaba algo complicada, el Rey Enrique VII no gozaba de buena salud, mientras que el ahora heredero y recién nombrado Príncipe de Gales Enrique, todavía era menor de edad.
Pocos años después en 1509 el rey Enrique VII fallece subiendo al trono su único hijo varón vivo, Enrique quien reinaría con el nombre de Enrique VIII. El nuevo rey sólo contaba con 17 años cuando accedió al trono. Fuera de la imagen que se tiene de él como rey adulto, Enrique era un joven apuesto y con don para la política.
La situación internacional exigía una nueva alianza con el Reino de España, ante una situación inestable como la que imperaba en Europa. Si Enrique sustituía a su hermano Arturo en el trono, también lo podía sustituir ante su esposa, al fin y al cabo su matrimonio no había sido consumado y si Catalina volvía a España, Inglaterra no sólo perdería la cuantiosa dote que los Reyes Católicos había otorgado a su hija Catalina, sino una alianza extremadamente importante.
Los Tudors (II): Enrique VIII | El Matrimonio con Catalina
Catalina tras enviudar había permanecido en la fortaleza Ludlow, en Gales. Dedicada a la oración por el alma de su esposo y en fase de luto, se mantendrá a la espera de saber cual sería su futuro inmediato.
Ante la importancia de su alianza con la corona española y el reconocimiento por parte de Catalina ante el tribunal eclesiástico, de su condición de doncella, ante la imposibilidad del príncipe de consumar el matrimonio, la unión con Arturo se declaró nula. Ahora Enrique podía casarse con Catalina, manteniendo los lazos con la corona española y después de que la Santa Sede no viera inconveniente en otorgar la dispensa para el matrimonio.
Fernando el Católico, se encargó de organizar la boda de su hija Catalina de Aragón, con Enrique. El lugar del enlace fue Greenwich y tuvo lugar el 11 de junio de 1509. Pero este matrimonio no todos lo verían como aconsejable, tanto el papa Julio II como el arzobispo de Canterbury, dudaban abiertamente de la validez de este nuevo enlace. El 24 de Junio los jóvenes reyes fueron coronados donde se coronan los reyes ingleses, en la Abadía de Westminster.
Pronto Catalina se quedó embarazada, pero este primer embarazo no llegó a término malográndose en 1510. Un año más tarde Catalina daría a luz un varón el 1 de enero de 1511, pero este bebe no llegó a alcanzar los dos meses de vida.
Los Tudors (II): Enrique VIII | La Política del Nuevo Rey
Políticamente, Enrique tuvo que hacer frente al descontento de los nobles por culpa de un impuesto que Richard Empson y Edmund Dudley, habían establecido. Tras la coronación de Enrique, una de las primeras disposiciones que dictó fue la de encarcelar en la Torre de Londres a los dos responsables de dichos impuestos, sin importarle que habían sido miembros del gabinete de su padre el rey Enrique VII.
Tras el encarcelamiento de éstos y un juicio un tanto dudoso, tanto Richard como Edmund, fueron condenados a muerte por alta traición, siendo decapitados en 1510. Esto simplemente era una pequeña muestra del tipo de política que el Rey Enrique VIII, llevó a cabo a lo largo de su reinado. Al contrario que su padre, quien había mantenido una política conciliadora.
En 1511 Enrique nombra al Cardenal Thomas Wolsey como la persona que controlaría los asuntos de estado, destituyendo tanto a Richard Fox, obispo de Winchester y a William Warham, quienes había ostentado dicho cargo desde su coronación, dos años antes.
La Liga Santa proclamada por el papa Julio II contra Francia. El papa Julio II no destacó precisamente por ser piadoso, sino por sus ansias de poder, siendo mas comparable a un monarca de la época que a un papa, consiguió que rápidamente se formara una alianza integrada por Inglaterra, España, El Sacro Imperio Romano. Por medio del Tratado de Westminster, se estableció una alianza de ayuda mutua entre Inglaterra y España en caso de agresión.
En 1513 tuvo lugar en Francia más concretamente en Enguinegatte en el Paso de Calais, un enfrentamiento entre las tropas inglesas y las francesas, saldándose con la victoria por parte de las tropas inglesas, esta batalla recibió el nombre de Batalla de las Espuelas.
Por otro lado Jacobo IV de Escocia se mantuvo como aliado del rey francés y para ayudar a éste, invadió toda la zona norte de Inglaterra, pero esta invasión rápidamente fue repelida, con la muerte en Flodden de Jacobo IV de Escocia, se dio como terminado el conflicto.
Fernando el Católico dejó esta alianza en el año 1514, mientras que el resto de países consiguieron establecer la paz con Francia.
Por su parte en 1516, por fin Enrique consigue ser padre, una niña preciosa niña había nacido, a la que llamaron María. El rey volvía a ser optimista ante la posibilidad de conseguir un varón que perpetuase la dinastía Tudor.
En sucesivas entradas iremos ampliando este artículo dedicado a Enrique VIII, segundo rey perteneciente a la casa Tudor. Pero mientras tanto y si queréis ampliar más conocimientos sobre esta casa o dinastía, os hemos seleccionado desde Sobrehistoria, los dos artículos que componen esta trilogía dedicada a Los Tudors.
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