Anteriormente hemos dedicado un artículo a las guerras de la primera parte del siglo XIX. Sin embargo, un hecho fundamental ocurre en este período que no es en sí mismo una guerra, sino una ola de Revoluciones. Son las llamadas Revoluciones de 1830, que nacen en Francia y afectaron a varios países de Europa. A ellas nos dedicaremos especialmente en este resumen.
Tras la caída del Imperio Napoleónico en 1815, la Santa Alianza restaura las monarquía absolutista de los Borbones en Francia. Sin embargo, se mantenían latentes muchas aspiraciones liberales y republicanas, que encontraron su cauce quince años después. Pero fue un conflicto político el que encendió la mecha de la Revolución de 1830, en un ambiente de descontento, dura crisis económica y hambre.
En las elecciones para la Cámara Baja se habían consagrado como mayoría triunfadora los diputados liberales moderados. Pero el rey –Carlos X– decidió disolver esa Cámara a través de las llamadas “Ordenanzas de Julio” en las que además se limitaba el derecho al voto y se suspendía la libertad de prensa.
Ante esto, el pueblo de París tomó las calles y junto con la Guardia Nacional se enfrentó durante 3 días al ejército real. Carlos X se vio forzado a abdicar. Los diputados liberales y la alta burguesía apoyaron a Luis Felipe de Orleans, también de la familia de los Borbones, y se promulgó una nueva Constitución de tinte liberal.
Pronto en otras importantes ciudades de Europa estallaron otros conflictos. Si bien cada una de ellas respondía a problemáticas particulares de cada uno de estos pueblos, en su mayoría presentan algunas características que las emparentan. De allí que se las considere en conjunto como “Revoluciones de 1830”
Uno de los factores comunes en las Revoluciones de 1830 fue la exigencia de mayor participación política por parte de la burguesía. Otro de ellos fue la búsqueda de la independencia de una dominación extrajera. En Italia las sublevaciones buscaban el fin del dominio del Imperio Austríaco, y en Polonia la rebelión era contra el dominio de Rusia. Pero ambas fueron rápidamente sofocadas.
La revolución de 1830 sí triunfó en Bélgica, que logró independizarse de Holanda. Otros logros alcanzados por los revolucionarios fueron dentro de la Confederación Germánica, donde algunos estados lograron promulgar constituciones liberales. En Suiza, algunos cantones (estados) dictaron constituciones democráticas en las que se incluía el sufragio universal indirecto.
Las revoluciones de 1830 en algunos casos permitieron avanzar a la burguesía en sus reivindicaciones. Pero en muchos otros fracasaron, justamente allí donde la burguesía no era un grupo social tan fuerte. Pero extinguidas las rebeliones, los conflictos que las alimentaron -y no se resolvieron- permanecieron latentes algunos años más, y habrían de explotar una vez más en las llamadas Revoluciones de 1848.
fuentes:
wikipedia
VÀZQUEZ DE FERNANDEZ, El mundo/America/La Argentina. Editorial Kapelusz.
Imágenes: Wikipedia
1. Combate de la calle de Rohan el 29 de julio de 1830, de Hippolyte Lecomte. En wikipedia.
2. La Fayette y Luis Felipe – 31 julio 1830
3. Gustave Wappers: Episodio de la Revolución Belga de 1830, pintura histórica, 1835.